miércoles, 13 de abril de 2016

Personaje: Ruth Milena Giuliani de Salcedo

Septiembre 2013


Ruth Milena Giuliani de Salcedo

“Mi vida es mi familia”

“Era imposible dejar de voltear cuando Ruth Milena pasaba por el lado”, esta frase se hace constante al mencionar su nombre entre personajes contemporáneos con ella… “era una mujer bellísima” y aunque el tiempo ha pasado y ha dejado su huella se conserva en ella un elegante porte, una mirada carismática, una sonrisa pulcra y perfecta y su cabello ahora del color del tiempo con sus canas que la distinguen y todo eso, la convierte en una hermosa señora de 75 años.
Ruth Milena Giuliani, es la quinta hija de Roberto Giuliani y Ana Jacinta Guevara, crece junto con sus seis hermanos y sus padres en calle Libertad, su padre…don Roberto fue un reconocido barbero de Carúpano junto con su hermano Augusto, quienes montaron una barbería frente el mercado viejo,… “eran muy conocidos, todos los hombres del pueblo se cortaban y afeitaban donde papá”. Doña Ana, dedicada a su hogar, labor común para esa época, fue la encargada de darle forma a sus hijos, de inculcarle valores y principios y de fomentar entre todos la unión familiar… “mamá era una mujer fuerte, de temple y papá tenía un carácter bello, era apacible y muy jocoso”. Era evidente, una pareja que se complementaba entre sí, capaces de demostrarle a los suyos el valor del esfuerzo y aplaudir la capacidad de soñar sin dejar de sonreír.
“Tuve una infancia bella, era tranquila y muy alegre”
Don Roberto era político, asunto que lo obligaba necesariamente a tener cierta cultura del mundo, leyendo se logra conocer la vida, y fue entonces cuando la niña Ruth, motivada por su padre comienza a incursionar en el ámbito de la literatura clásica, le encantaba leer más aun cuando las obras venían recomendadas por su padre.
-Estudié hasta sexto grado en la Escuela Manuel María Urbaneja y para estudiar bachillerato me inscribieron en el Liceo Simón Rodríguez, allí llegué hasta tercer año.
En ese momento su hermana Francisca “Paquita” Giuliani, quien vivía en Caracas, presiona e impulsa a Ruth para que se vaya a la capital y comience a estudiar, las ofertas de estudios eran costosas y complicadas, pero consiguió entrar en la Escuela Nacional de Telecomunicaciones, donde el único requisito era haber aprobado tercer año. Allí aprende y se especializa en código morse, en radiogramas y otras destrezas que para el momento eran tan novedosas y necesarias para establecer vínculos lejanos.
Al llegar a Caracas, se hospeda con su hermana, vivían en Casalta… pero al poco tiempo la señora Francisca decide mudarse al 23 de enero. Ella, “Paquita”, quien también goza de ser carupanera, se convirtió en esa populosa localidad del municipio Libertador en la Comandante Paquita, luchadora revolucionaria y quien combatió en la época de la resistencia armada en los años 60. Pero el amor por sus ideales y la lucha imperante para el momento le complica criar a sus tres hijas, Bellita, Beatriz y Nora… Ruth como tía de las niñas, ya graduada y con cierta experiencia profesional (Centro Simón Bolívar, Torre de Control de Maiquetía y en la Guardia Costera en Arrecife), decide regresar a su tierra natal… Carúpano, pero en compañía de tres niñas de las cuales junto con su madre Ana Jacinta se encargarían de su crianza.
Al llegar a Carúpano, consiguió empleo en el Ministerio de Telecomunicaciones donde funcionaba el correo, la radio y el telégrafo. Luego se le presentó una gran oportunidad, el ministro de Comunicaciones para el momento le ofreció el cargo de Receptora de Radio en Tío Pedro, y para allá se fue a trabajar, era la encargada de sintonizar las emisoras que mandaban mensajes con código morse.
Mientras trabajaba en los oficios propios de su profesión, colaboraba en la crianza de sus sobrinas y en la manutención del hogar, se inscribe en un curso de aviación no comercial… “el curso no lo terminé pero sabía despegar y tocar”. Y hasta practicó tiro al blanco en el Polígono de Tiro que quedaba hacia las afuera de Carúpano.
Cómo conoció el doctor Hernán Salcedo?
-Cuando trabajaba en Tío Pedro, su hermana menor siempre me decía que me iba a presentar a su hermano porque ella quería que yo me casara con él y me lo presentó, Hernán era un hombre muy inteligente y me conquistó pasito a pasito, me llamaba siempre, me recomendaba libros y a los tres meses nos casamos.
Con la edad de 22 años la bella joven y profesional Ruth Milena contrae matrimonio con el médico pediatra Hernán Salcedo de 33 años, él veía en ella una princesa, capaz de ser la madre sus hijos y su compañera de vida…y así fue.
-Cuando nos casamos me hizo prometerle que al tener mi primer hijo yo dejaría de trabajar, y yo no quería eso, estaba clara que todavía tenía responsabilidades con mi familia, sobre todo con mis sobrinas.
Como recién casados y con el sueño de ser padres, pasaron momentos fuertes, tuvieron una perdida y se sometieron a muchos exámenes posteriores dada la dificultad de concebir un bebé, tan difícil y complicado se fue tornando el asunto de ser padres, que en cierto momento consintieron la idea de la adopción.
-Ya eso lo habíamos hablado y habíamos quedado en comenzar los trámites para la adopción, pero antes de formalizarlo, fuimos de visita a un hacienda en nueva Colombia, donde había un rio hermoso y yo me lanzaba de las piedras… inocente de todo. Pero a partir de allí, Hernán comenzó a ver en mi cambio de humor y de temperamento y me pidió que me hiciera una prueba de orina y salió positiva…estaba embarazada.
En virtud de las complicaciones que ya habían tenido, y con el conocimiento que tenía el señor Hernán como doctor, se comunican inmediatamente con su amigo gineco-obstetra el doctor Salvador Navarrete, quien tras un viaje a Caracas confirma un embarazo con ocho semanas de gestación, finalmente después de mucho reposo y cuidados…nace su primera hija: Ruth Milena. Y casi al año, el segundo Hernán Alejandro y Faina Sol su última hija.
La dedicación a su familia y a su hogar fue absoluta, dejó de trabajar y sus sueños cambiaron de rumbo, su única prioridad eran sus hijos y su marido. Durante casi medio siglo la pareja conformada por Ruth y Hernán permanecieron juntos, tal como reza la iglesia…hasta que la muerte los separe. Hace cuatro años el pediatra de la mayoría de los carupaneros murió y con su muerte se marca una nueva etapa en la vida de su viuda.
Qué significó el doctor Hernán Salcedo para usted?
-Hernán era mi luz, mi todo. Yo me entregué a él y con su ida lo perdí todo… era un caballero… un hombre que me amó.
Recordar es la única manera de detener el tiempo. Y la señora Ruth Milena nada en recuerdos, se zambulle en momentos, en dolores, en alegrías, en penas, llantos y risas. Su mirada se humedece de nostalgia y su sonrisa se quiebra intentando ser la misma. Su vida se ha recreado en torno a grandes pérdidas, no solo la de su esposo, sino otros familiares y seres queridos que definitivamente para ella, eran imprescindibles.
Pero es que dentro de esa estampa elegante y estoica existe una señora sensible y accesible… donde en su vida ya no hay secretos y asume sus verdades con una increíble entereza. Dedicó su vida a su familia, quizás respondiendo a los estándares antiguos, pero es, hoy por hoy, una mujer de pensamiento progresista, cree y aplaude la voluntad femenina y en la necesidad imperiosa de ser feliz y vivir en tranquilidad.
-Después que murió mi marido, mis hijos han tratado de suplir la ausencia de su padre… y de verdad que me lo han logrado, ellos ahora son mi gran apoyo y yo soy el de ellos.
Cómo son sus hijos?
-Ruth Milena, es explosiva y directa pero tiene un corazón noble. Hernán Alejandro, es tranquilo, trabajador, muy cariñoso, correcto…. Se parece a su papá. Faina Sol, es tranquila, llevadera, excelente estudiante… mis hijos son mi gran orgullo y mis nietos también.
“Mis cuatro nietos son mi vida”
-Ser abuela es algo grandioso, ellos son mis amores, Alberto Marcel, Michelle Andrea, Luigi Francesco y Federico Antonio.
En virtud de su dedicación por sus hijos, Ruth Milena era, cuando sus muchachos estaban estudiando, una representante activa y presente, su casa estaba siempre llena de ellos y no había actividad que se inventara que ella no apoyara. Esta iniciativa la llevó a ser parte de la Junta Directiva del Ateneo de Carúpano… miembro fundadora de la Coral Graciela Lárez de López y posteriormente del Museo Histórico, pues su pasión por la cultura, el arte y la lectura se fueron materializando poco a poco en instituciones que han sido bandera para el desarrollo cultural y conservación de la memoria del carupanero.
“Sin cultura, no hay vida, no hay nada”
Y Carúpano, que es en su vida?
-Yo adoro a mi pueblo, he viajado y viajado y sigo adorando  a mi pueblo. Pero ahorita le falta amor…hay que colaborar para tener al pueblo bonito.
Tiene algún sueño?
Con la mirada taciturna y después de un largo silencio.
-Mi  vida son mis hijos y mi único sueño es que el día que yo falte… no les haga falta nada.
Conversar con Ruth Milena, fue un encuentro pleno, grato y lleno de emociones, que sabroso es encontrarse con personajes que palabra tras palabra y gesto tras gesto, confirmen que la vida hay que vivirla, que no hay que detenerse en detalles minúsculos y que lo más lindo de estar vivo son las lecciones y sus experiencias. Es sin lugar a dudas una carupanera que creyó y aun lucha por su proyecto de vida: su familia.




viernes, 8 de abril de 2016

Personaje: Candelaria García

Octubre 2013

Candelaria García, 54 años trayendo niños y niñas al mundo

“Si volviera a nacer volvería a ser partera”

Es una abuela de colección, risueña, soñadora, alegre y con la picardía propia de la mujer oriental, su vida entera se le ha ido trabajando… atendiendo partos. A sus 88 años posee muy buena memoria remota, tiende a repetir acontecimientos que le fueron importantes y a conservar diálogos exactos de sus años mozos. Se sabe su vida como al caletre, se siente que la mentira y los cuentos falsos no tienen cabida en la vida de una mujer de lucha que le garantizó la vida, según ella, a la mayoría de los pobladores de Paria.
El 22 de febrero de 1925 nace en Carúpano, la primogénita de José Toribio García y Mercedes Hernández, este matrimonio concibieron nueve hijos, y todos fueron atendidos por la propia parturienta. Doña Mercedes Hernández…”era la partera más recia que tenía Cariaco”.
La infancia de Candelita, cómo por cariño la llamaban, transcurrió básicamente ayudando a su madre en cada parto que asistía y aprendiendo de ella. Estudia primaria en Cariaco y vista de su vocación a muy temprana edad ya sabía que su vida era continuar dando vidas, tal como lo hacía su madre. Se traslada a Cumaná y estudia enfermería.
“Yo veía a mi mamá y oía lo que ella decía…así aprendí”
-Mamá me dijo: mijita ya saliste de sexto grado y ahora que vas a estudiar. Y yo le respondí: quédese tranquila que ya yo sé que voy a ser. Quería ser partera!
A qué edad atendió su primer parto?
-A los 12 años
Que se siente haber recibido a tantos bebés?
-Es una alegría grandísima, cuando uno lo agarra en las manos y lo ve vivito y coleando.
Candelita, después de graduarse como enfermera en la ciudad Cumaná ejerce su profesión en el Hospital Patricio Alcalá, evoca con orgullo, cuando los doctores elogiaban su misticismo y dedicación.
-Los mismos doctores me llamaban para que atendiera los partos de sus mujeres.
Tenía algún ritual antes de atender un parto?
-Primero persignarme, rezar y encomendarme a Dios, después miro a la mujer de arriba abajo, le veo la barriga y se la toco, allí ya yo sé si es hembra o varón, si viene normal, o es parto podálico, de nalgas o de cara.
“El que no cree en Dios no cree en nadie”
Tras la gravedad de su padre, Candelaria se traslada a Carúpano para atenderlo, y consigue trabajo en el Hospital San Antonio como enfermera, pero sucede un episodio que le cambia la vida, ella no tuvo hijos, quizás una gran contradicción, siendo partera. Pero la vida y Dios le tenían preparada una gran sorpresa. Mientras trabajaba en el Hospital San Antonio, le tocó atender un parto de una señora que dio a luz una hermosa niña. Al día siguiente del alumbramiento dicha señora llegó a casa de Candelaria y le dijo que le quería regalar la bebé y sin miramientos respondió: -yo no puedo coger esa muchachita porque yo trabajo mucho y no tengo a nadie que me ayude.
Al rato descubre, gracias a una vecina, que la recién parida, que había dejado a la bebé en el patio de la casa de Candelaria, bajo un sol inclemente… no le quedó más remedio que tomarla entre sus brazos, bañarla, atenderla, criarla y amarla como si fuera su hija,… Deyanira García.
Después de trabajar en el Hospital San Antonio, forma parte de la primera nómina de empleados del recién fundado Hospital Santos Aníbal Dominicci, donde se jubila. Durante su labor en el Hospital de Carúpano, Candelaria de codea con muchos de especialistas, o quizás cabría afirmar…. Muchos especialistas se codean con ella.
“En muchas oportunidades yo tenía que enseñarles cosas a los doctores”´
-En el Hospital, todos tenían un trato muy especial conmigo, me consentían, me consultaban cosas y por ejemplo el doctor Néstor Rojas siempre me ponía para que lo asistiera en sus partos y me llamaba “Mamá Negra”.
A Candela, la pasaban buscando por su casa para que atendiera los partos, al principio los atendía tanto en casa de la parturienta como en su propia casa, pero, siendo enfermera y por presión de sus familiares, luego cuando la buscaban para partear ella lo atendía en el quirófano del hospital… allí podía garantizar muchas cosas.
“Jamás se me murió un bebé”
Su trabajo, su vocación, dedicación y esfuerzo no solo se le recompensó a Candelaria parto tras parto y vida tras vida… sino que la Maternidad lleva su nombre “Candelaria García”, mujer luchadora e incansable capaz de sacrificar muchas cosas por lo único que creía valido,.. El don que Dios le dio, ser partera. Es hoy por hoy reconocida por ser la partera de Carúpano.
Deyanira, su hija…la hace abuela de una niña llamada Eva y dos varones que lamentablemente perecieron. Eva quien se ha criado con ella, la llama “mamá” y Candelita afirma que su nieta para ella…es una hija. También tiene tres bisnietos, Nicole y Christopher hijos de Eva y Engelberth hijo de su nieto fallecido.
En 1999, Candelaria es víctima de un ACV, lo cual apresuro su retiro y jubilación del sector salud, aunque sus ganas de continuar trayendo a niños y niñas al mundo no mermaron, su capacidad física ya no era la misma.
Durante su tiempo dedicado a lo que ella misma llama…. El don: ser partera. Jamás le puso precio a su trabajo, recibía en cambio colaboraciones y muchos regalos como forma de agradecimiento.
En varias oportunidades fue buscada para realizar abortos o inclusive para que con sus manos ayudara a la concepción, pues ella, decía que lo que hacía era sacar muchachos y no ayudar a que las mujeres quedaran preñadas y con respecto a los abortos siempre dijo que su labor era dar vida no muerte.
Hoy por hoy vive de sus recuerdos, de sus vivencias, como ya no puede trabajar dedica su tiempo a sus matas y de vez en cuando se deleita escuchando los valses de su juventud. “Lo que no me gusta es cocinar”, dice con una certeza absoluta… y es que con los años, según ella, ha perdido la sazón.
Pese a que fue una mujer de mucho temple, su buen humor y su capacidad de reír no lo ha perdido. Candelita es una mujer en la que provoca hurgar en sus recuerdos, es una pieza indispensable de la memoria Paria y sus habitantes.


Fotografía tomada de la cuenta de Facebook de Eva León


sábado, 2 de abril de 2016

Personaje: Wilfried Merle

Octubre 2013


Para Wilfried Merle, alemán de origen y carupanero de corazón,

“No puedes tener éxito si no tomas riesgos”

Wilfried Merle, es un extranjero que supo hacer de Paria su sueño y su realidad, hombre visionario y trabajador, forma en Venezuela a su familia, cristaliza en Sucre su voluntad y persigue la conservación del ambiente en el tiempo. Nace en Alemania en 1940 en plena Segunda Guerra Mundial.
La Segunda Guerra Mundial ha sido la peor guerra de la historia de la humanidad. En ella se produjeron varias decenas de millones de muertos. Además fue la primera guerra en la que murió más población civil que militares. Las bajas se dieron en el frente, pero también a causa de los bombardeos, especialmente sobre ciudades alemanas, las bombas atómicas lanzadas sobre Japón, las represalias de los ejércitos contra la guerrilla, la población civil y al exterminio de judíos, gitanos, y otros en los Campos de Concentración Alemanes.
En este escenario transcurre la infancia del hombre que, después de un tiempo, demostró que la capacidad de soñar y de crecerse ante adversidades poco tiene que ver con las experiencias vividas en el pasado.
-Recuerdo perfectamente cuando los aviones bombardeaban, muchas veces mi mamá nos metía (los hermanos) junto con ella en un refugio subterráneo, que estaba lleno de niños y madres.
Su primera etapa de vida se traduce a ruidos estruendosos, a ruinas humeantes, a desasosiego y ansiedad, pero es que el ímpetu de la infancia es inquebrantable, y solo los niños logran hacer de un momento difícil el más alegre y divertido.
Cómo era cuando era niño?
-Muy alegre, travieso demás, aprendí a luchar contra la pobreza y la tristeza, dejando ser al niño niño, al joven joven y al viejo viejo.
“Tengo como norte, luchar contra la pobreza”
Wilfried dentro de las posibilidades de su realidad, circunscritas por la situación de su país natal, estudia y se gradúa en la Escuela Técnica de Paisajismo y Jardinería. Y si los espacios de la Segunda Guerra Mundial, fueron como los recrean las películas… grises, mustios, opacos y en ruinas (asunto quizás dado por la cantidad de registro fotográfico en blanco y negro), era entendible que él, hombre que a través de su mirada lo único que se ve es la frase… todo es posible; se inclinara por esa carrera donde la armonía y los colores rigen las creaciones.
Ya productivo acepta un contrato por dos años con la Organización Alianza Europea para el Progreso y lo mandan a Venezuela, específicamente al estado Sucre.
-Cuando vi tanta belleza y tantas riquezas, dije…Paria es un paraíso.
“Yo no lo podía creer, después de vivir en ruinas… 
ver la posibilidad de sembrar y de realizar mis sueños”
Antes de partir hacia Venezuela, Wilfried mantenía en Alemania un noviazgo serio y estable con Elizabeth, a quien después de muchas cartas, donde no solo describía lo fértil del paisaje sino sus planes y sueños, finalmente le dijo… “yo me quedo aquí, si tú quieres nos casamos y te vienes a vivir conmigo”. Al poco tiempo realizó un viaje para el viejo continente, con el propósito de contraer matrimonio y traerse a su amada… y así fue… hoy por hoy esta pareja que apostó a los verdes de las montañas de Paria, a lo fecundo de su tierra, a los azules de su mar y la cordialidad de su gente, ya tienen entre nosotros medio siglo.
-Elizabeth tiene méritos increíbles. Ella en Alemania estaba muy cómoda económicamente y cuando llegó a Venezuela me la traje a Tunapuy… y tuvo que lavar ropa en el rio, cargar baldes de agua y dedicarse a nuestros hijos.
La joven pareja residenciada en Paria, conciben cinco hijos carupaneros: Thomas, Cristóbal, Sabine, Carlos y Marcos, los dos últimos perecieron siendo bebés, uno de hepatitis y el otro de bronconeumonía.
Wilfried recorrió muchos senderos como empresario, pero siempre con la presencia de su obligación social y la conservación del ambiente. Quería darle importancia a la sabana cenagosa que existe en el municipio Benítez. Primero incursionó con el sembradío de arroz, luego con chiguire, posteriormente con ganado vacuno y cachama y finalmente descubrió que para las características del terreno y las condiciones climáticas, el búfalo, se podía adaptar perfectamente…se dedicó a la cría de este gran bóvido y aprovechó el espacios y las bondades de la naturaleza para crear allí mismo el campamento ecológico Rio de Agua.
Sus sueños en Paria se expandieron como un abanico. Con la constructora Roraima, hacían carreteras y vías de acceso. Con la Fundación Proyecto Paria, contribuía al desarrollo sustentable de la región, a través de acciones dirigidas a mejorar la calidad de vida de sus pobladores. Con el Proyecto de Playa Medina, Pui Puy y Aguasana… impulsa el turismo ecológico. Con el Centro Ambiental Refugio del Bosque, un espacio para la educación ambiental a través de un contacto directo con la naturaleza, y por último la Fundación Thomas Merle, que a partir de acciones concretas coopera con la incorporación al sistema educativo de niños, niñas y jóvenes de escasos recursos económicos del sector rural; con la disminución de los índices de inasistencia y deserción escolar, con la mejora de las condiciones ambientales de su entorno; con optimizar sus condiciones físicas, materiales, espirituales, cognoscitivas y de salud de niños, niñas y adolescentes.
“El turismo es una actividad muy empleadora y el turismo 
ecológico ayuda a conservar los recursos naturales”
Cuál es su mayor preocupación en la actualidad, en material ambiental en la zona?
-El problema más grande que tiene esta zona es el agua, tenemos que conservar la Serranía La Cerbatana, de ella se surten de agua cuatro municipios.
“No se puede hacer turismo sin agua, con basura…
 la conservación y la pobreza son incompatibles”
Wilfried Merle, cree en la capacidad y potencial del venezolano…razones por las cuales no titubeo en formar a su familia en esta tierra de gracia, y a pesar de su edad sus sueños continúan vigentes… aportando siempre los insumos necesarios para mejorar la calidad de vida, sobre todo de aquellos con quien comparte la vida…el sucrense.
-Yo creo en la capacidad del venezolano, pero me cuesta ver la voluntad para salir de esta crisis, sé que hay salida. Estoy prendiendo una vela para poder ver un poco de luz…yo pensaba, que las cosas habían cambiado, pero me equivoqué…no hemos aprendido la lección. Nos tenemos que comportar como si estuviéramos en estado de guerra perdida, entrar en el estado de postguerra y querer y creer en nosotros, en nuestras capacidades, demostrarnos a nosotros mismos que si podemos… Venezuela necesita del esfuerzo de cada uno de nosotros y todos formar parte tanto del problema como de la solución.
Dos hechos inesperados hicieron que la vida de Merle girara repentinamente. A la edad de 52 años y estando en el Hato Rio de Agua, le entrega la avioneta y el mando a su hijo mayor… Thomas. Tras cuatro minutos de vuelo, Wilfried presenció desde tierra, cómo la aeronave se precipitaba… provocando el deceso de su tercer hijo. Desesperado corrió hasta el lugar y en sus brazos sacó sin vida a Thomas que tenía 24 años… “su muerte cambió muchas cosas, era un muchacho carismático y maduro… los grandes aprendizajes que me dejó mi hijo, fue ser mas tolerante, mas cariñoso… su ausencia cambió mi vida.”
Hace 11 años es diagnosticado con la Enfermedad de Parkinson…otro giro en su vida. Esta condición limita un tanto la acción del visionario alemán, después de asumirla, asunto que no debe ser nada fácil, considerando que es un trastorno neurodegenerativo. Wilfried entendió el significado de esta situación en su vida.
-Yo nunca tenía límites en mis sueños, en mis proyectos…en hacer realidad mi visión. El Parkinson… vino y me dijo… Párate!, me puso los límites claros. Yo no veo lo que no puedo hacer, todavía puedo hacerlo. Contento y luchando por lo que creo…ayudando al prójimo y demostrarle que si se puede con fe y con el trabajo sobre todo del amor.
Cómo era como padre?
-Muy severo y exigente.
Y como es como abuelo?
-Es una etapa que hay que vivirla, uno aprende a disfrutarlos, ya no tienes grandes responsabilidades… los padres se encargan de la formación de sus hijos y los abuelos somos como las hierbas… para dar sabor.
Que significan Cristóbal y Sabine?
-Mis hijos… ellos para mí son la razón de vivir. Vivo por ellos. Me siento muy querido y soy responsable de vivir año tras año para poder darles todo mi amor.
Tiene nuevos proyectos?
-Muchos, todavía acompañados del valor de la ilusión… a veces con pasos grandes y otras veces más chiquitos. Pero por el que estoy luchando… quiero que la cerbatana sea decretada como régimen especial para proteger su biodiversidad. Temo por la juventud, que pueda sentir que acá en Carúpano no hay opciones de surgir y se vaya, tenemos que demostrarnos a nosotros mismos el valor de nuestras tierras y de nuestros espacios y darnos cuenta del tesoro que tenemos.
Y Carúpano?
-Tengo mucho que agradecerle, es el sitio donde fue el centro de mi acción y de toda la logística para los diferentes proyectos de mi vida. Siento que le di a Carúpano un aporte importante con la reconstrucción de la Casa de Cable, que es parte importante de su memoria.
Admiro que se exprese mucho en tercera persona plural… se siente Venezolano?
-Para Cristóbal y Sabine, es más fácil ser venezolanos que para mí que nací en otra parte, siempre uno está salpicado de algo de extranjero.
La vida de Wilfried es digna de un libro, por sus vivencias, anécdotas y aprendizajes… los riesgos son parte inherente de este ser, que se atreve a soñar y a hacer… desde 1991 se comenzó a cocinar la idea de escribir sus memorias motivados por grandes amigos y personas cercanas que siempre le han brindado gran apoyo. Sus memorias están pronto a ser publicadas, allí recorreremos su vida desde una perspectiva íntima y sin reparos… “quise hacer el libro para que mis nietas supieran quien era su abuelo”.
“No puedes tener éxito si no tomas riesgos”
A quien le agradece?
-A mis padres, que me enseñaron el valor ético y moral, a ser crítico…por darme la libertad de buscar en el planeta el lugar que me gustó para vivir. También tengo que agradecer a mis amigos… que a lo largo de mi vida me han acompañado.
“Yo creo que la soledad impide ser exitoso”
A sus 73 años, Wilfried disfruta demasiado de la música clásica, juega ajedrez, se regocija de los colores que le regala la naturaleza, admira la franqueza y el talento humanos… y no pretende nunca dejar de soñar… “he aprendido a no ser parte del rebaño, nunca me ha interesado serlo…ni cuando era niño”
Si se habla de vivir, indiscutiblemente Wilfried es un maestro en este arte y oficio. Si se habla de luchar, Wilfried es un gladiador…Si se habla de amar y se soñar, Wilfried es un niño que asoma su mirada llena de brillo y se lanza a la aventura de cristalizar sus sueños con pasión y entrega desmedida.

Paria es su gran amor terráqueo y si la recorremos, despacito en muchos de sus rincones, está la huella de este alemán-carupanero, amante del existir y del hacer.