miércoles, 13 de abril de 2016

Personaje: Ruth Milena Giuliani de Salcedo

Septiembre 2013


Ruth Milena Giuliani de Salcedo

“Mi vida es mi familia”

“Era imposible dejar de voltear cuando Ruth Milena pasaba por el lado”, esta frase se hace constante al mencionar su nombre entre personajes contemporáneos con ella… “era una mujer bellísima” y aunque el tiempo ha pasado y ha dejado su huella se conserva en ella un elegante porte, una mirada carismática, una sonrisa pulcra y perfecta y su cabello ahora del color del tiempo con sus canas que la distinguen y todo eso, la convierte en una hermosa señora de 75 años.
Ruth Milena Giuliani, es la quinta hija de Roberto Giuliani y Ana Jacinta Guevara, crece junto con sus seis hermanos y sus padres en calle Libertad, su padre…don Roberto fue un reconocido barbero de Carúpano junto con su hermano Augusto, quienes montaron una barbería frente el mercado viejo,… “eran muy conocidos, todos los hombres del pueblo se cortaban y afeitaban donde papá”. Doña Ana, dedicada a su hogar, labor común para esa época, fue la encargada de darle forma a sus hijos, de inculcarle valores y principios y de fomentar entre todos la unión familiar… “mamá era una mujer fuerte, de temple y papá tenía un carácter bello, era apacible y muy jocoso”. Era evidente, una pareja que se complementaba entre sí, capaces de demostrarle a los suyos el valor del esfuerzo y aplaudir la capacidad de soñar sin dejar de sonreír.
“Tuve una infancia bella, era tranquila y muy alegre”
Don Roberto era político, asunto que lo obligaba necesariamente a tener cierta cultura del mundo, leyendo se logra conocer la vida, y fue entonces cuando la niña Ruth, motivada por su padre comienza a incursionar en el ámbito de la literatura clásica, le encantaba leer más aun cuando las obras venían recomendadas por su padre.
-Estudié hasta sexto grado en la Escuela Manuel María Urbaneja y para estudiar bachillerato me inscribieron en el Liceo Simón Rodríguez, allí llegué hasta tercer año.
En ese momento su hermana Francisca “Paquita” Giuliani, quien vivía en Caracas, presiona e impulsa a Ruth para que se vaya a la capital y comience a estudiar, las ofertas de estudios eran costosas y complicadas, pero consiguió entrar en la Escuela Nacional de Telecomunicaciones, donde el único requisito era haber aprobado tercer año. Allí aprende y se especializa en código morse, en radiogramas y otras destrezas que para el momento eran tan novedosas y necesarias para establecer vínculos lejanos.
Al llegar a Caracas, se hospeda con su hermana, vivían en Casalta… pero al poco tiempo la señora Francisca decide mudarse al 23 de enero. Ella, “Paquita”, quien también goza de ser carupanera, se convirtió en esa populosa localidad del municipio Libertador en la Comandante Paquita, luchadora revolucionaria y quien combatió en la época de la resistencia armada en los años 60. Pero el amor por sus ideales y la lucha imperante para el momento le complica criar a sus tres hijas, Bellita, Beatriz y Nora… Ruth como tía de las niñas, ya graduada y con cierta experiencia profesional (Centro Simón Bolívar, Torre de Control de Maiquetía y en la Guardia Costera en Arrecife), decide regresar a su tierra natal… Carúpano, pero en compañía de tres niñas de las cuales junto con su madre Ana Jacinta se encargarían de su crianza.
Al llegar a Carúpano, consiguió empleo en el Ministerio de Telecomunicaciones donde funcionaba el correo, la radio y el telégrafo. Luego se le presentó una gran oportunidad, el ministro de Comunicaciones para el momento le ofreció el cargo de Receptora de Radio en Tío Pedro, y para allá se fue a trabajar, era la encargada de sintonizar las emisoras que mandaban mensajes con código morse.
Mientras trabajaba en los oficios propios de su profesión, colaboraba en la crianza de sus sobrinas y en la manutención del hogar, se inscribe en un curso de aviación no comercial… “el curso no lo terminé pero sabía despegar y tocar”. Y hasta practicó tiro al blanco en el Polígono de Tiro que quedaba hacia las afuera de Carúpano.
Cómo conoció el doctor Hernán Salcedo?
-Cuando trabajaba en Tío Pedro, su hermana menor siempre me decía que me iba a presentar a su hermano porque ella quería que yo me casara con él y me lo presentó, Hernán era un hombre muy inteligente y me conquistó pasito a pasito, me llamaba siempre, me recomendaba libros y a los tres meses nos casamos.
Con la edad de 22 años la bella joven y profesional Ruth Milena contrae matrimonio con el médico pediatra Hernán Salcedo de 33 años, él veía en ella una princesa, capaz de ser la madre sus hijos y su compañera de vida…y así fue.
-Cuando nos casamos me hizo prometerle que al tener mi primer hijo yo dejaría de trabajar, y yo no quería eso, estaba clara que todavía tenía responsabilidades con mi familia, sobre todo con mis sobrinas.
Como recién casados y con el sueño de ser padres, pasaron momentos fuertes, tuvieron una perdida y se sometieron a muchos exámenes posteriores dada la dificultad de concebir un bebé, tan difícil y complicado se fue tornando el asunto de ser padres, que en cierto momento consintieron la idea de la adopción.
-Ya eso lo habíamos hablado y habíamos quedado en comenzar los trámites para la adopción, pero antes de formalizarlo, fuimos de visita a un hacienda en nueva Colombia, donde había un rio hermoso y yo me lanzaba de las piedras… inocente de todo. Pero a partir de allí, Hernán comenzó a ver en mi cambio de humor y de temperamento y me pidió que me hiciera una prueba de orina y salió positiva…estaba embarazada.
En virtud de las complicaciones que ya habían tenido, y con el conocimiento que tenía el señor Hernán como doctor, se comunican inmediatamente con su amigo gineco-obstetra el doctor Salvador Navarrete, quien tras un viaje a Caracas confirma un embarazo con ocho semanas de gestación, finalmente después de mucho reposo y cuidados…nace su primera hija: Ruth Milena. Y casi al año, el segundo Hernán Alejandro y Faina Sol su última hija.
La dedicación a su familia y a su hogar fue absoluta, dejó de trabajar y sus sueños cambiaron de rumbo, su única prioridad eran sus hijos y su marido. Durante casi medio siglo la pareja conformada por Ruth y Hernán permanecieron juntos, tal como reza la iglesia…hasta que la muerte los separe. Hace cuatro años el pediatra de la mayoría de los carupaneros murió y con su muerte se marca una nueva etapa en la vida de su viuda.
Qué significó el doctor Hernán Salcedo para usted?
-Hernán era mi luz, mi todo. Yo me entregué a él y con su ida lo perdí todo… era un caballero… un hombre que me amó.
Recordar es la única manera de detener el tiempo. Y la señora Ruth Milena nada en recuerdos, se zambulle en momentos, en dolores, en alegrías, en penas, llantos y risas. Su mirada se humedece de nostalgia y su sonrisa se quiebra intentando ser la misma. Su vida se ha recreado en torno a grandes pérdidas, no solo la de su esposo, sino otros familiares y seres queridos que definitivamente para ella, eran imprescindibles.
Pero es que dentro de esa estampa elegante y estoica existe una señora sensible y accesible… donde en su vida ya no hay secretos y asume sus verdades con una increíble entereza. Dedicó su vida a su familia, quizás respondiendo a los estándares antiguos, pero es, hoy por hoy, una mujer de pensamiento progresista, cree y aplaude la voluntad femenina y en la necesidad imperiosa de ser feliz y vivir en tranquilidad.
-Después que murió mi marido, mis hijos han tratado de suplir la ausencia de su padre… y de verdad que me lo han logrado, ellos ahora son mi gran apoyo y yo soy el de ellos.
Cómo son sus hijos?
-Ruth Milena, es explosiva y directa pero tiene un corazón noble. Hernán Alejandro, es tranquilo, trabajador, muy cariñoso, correcto…. Se parece a su papá. Faina Sol, es tranquila, llevadera, excelente estudiante… mis hijos son mi gran orgullo y mis nietos también.
“Mis cuatro nietos son mi vida”
-Ser abuela es algo grandioso, ellos son mis amores, Alberto Marcel, Michelle Andrea, Luigi Francesco y Federico Antonio.
En virtud de su dedicación por sus hijos, Ruth Milena era, cuando sus muchachos estaban estudiando, una representante activa y presente, su casa estaba siempre llena de ellos y no había actividad que se inventara que ella no apoyara. Esta iniciativa la llevó a ser parte de la Junta Directiva del Ateneo de Carúpano… miembro fundadora de la Coral Graciela Lárez de López y posteriormente del Museo Histórico, pues su pasión por la cultura, el arte y la lectura se fueron materializando poco a poco en instituciones que han sido bandera para el desarrollo cultural y conservación de la memoria del carupanero.
“Sin cultura, no hay vida, no hay nada”
Y Carúpano, que es en su vida?
-Yo adoro a mi pueblo, he viajado y viajado y sigo adorando  a mi pueblo. Pero ahorita le falta amor…hay que colaborar para tener al pueblo bonito.
Tiene algún sueño?
Con la mirada taciturna y después de un largo silencio.
-Mi  vida son mis hijos y mi único sueño es que el día que yo falte… no les haga falta nada.
Conversar con Ruth Milena, fue un encuentro pleno, grato y lleno de emociones, que sabroso es encontrarse con personajes que palabra tras palabra y gesto tras gesto, confirmen que la vida hay que vivirla, que no hay que detenerse en detalles minúsculos y que lo más lindo de estar vivo son las lecciones y sus experiencias. Es sin lugar a dudas una carupanera que creyó y aun lucha por su proyecto de vida: su familia.




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