sábado, 2 de abril de 2016

Personaje: Wilfried Merle

Octubre 2013


Para Wilfried Merle, alemán de origen y carupanero de corazón,

“No puedes tener éxito si no tomas riesgos”

Wilfried Merle, es un extranjero que supo hacer de Paria su sueño y su realidad, hombre visionario y trabajador, forma en Venezuela a su familia, cristaliza en Sucre su voluntad y persigue la conservación del ambiente en el tiempo. Nace en Alemania en 1940 en plena Segunda Guerra Mundial.
La Segunda Guerra Mundial ha sido la peor guerra de la historia de la humanidad. En ella se produjeron varias decenas de millones de muertos. Además fue la primera guerra en la que murió más población civil que militares. Las bajas se dieron en el frente, pero también a causa de los bombardeos, especialmente sobre ciudades alemanas, las bombas atómicas lanzadas sobre Japón, las represalias de los ejércitos contra la guerrilla, la población civil y al exterminio de judíos, gitanos, y otros en los Campos de Concentración Alemanes.
En este escenario transcurre la infancia del hombre que, después de un tiempo, demostró que la capacidad de soñar y de crecerse ante adversidades poco tiene que ver con las experiencias vividas en el pasado.
-Recuerdo perfectamente cuando los aviones bombardeaban, muchas veces mi mamá nos metía (los hermanos) junto con ella en un refugio subterráneo, que estaba lleno de niños y madres.
Su primera etapa de vida se traduce a ruidos estruendosos, a ruinas humeantes, a desasosiego y ansiedad, pero es que el ímpetu de la infancia es inquebrantable, y solo los niños logran hacer de un momento difícil el más alegre y divertido.
Cómo era cuando era niño?
-Muy alegre, travieso demás, aprendí a luchar contra la pobreza y la tristeza, dejando ser al niño niño, al joven joven y al viejo viejo.
“Tengo como norte, luchar contra la pobreza”
Wilfried dentro de las posibilidades de su realidad, circunscritas por la situación de su país natal, estudia y se gradúa en la Escuela Técnica de Paisajismo y Jardinería. Y si los espacios de la Segunda Guerra Mundial, fueron como los recrean las películas… grises, mustios, opacos y en ruinas (asunto quizás dado por la cantidad de registro fotográfico en blanco y negro), era entendible que él, hombre que a través de su mirada lo único que se ve es la frase… todo es posible; se inclinara por esa carrera donde la armonía y los colores rigen las creaciones.
Ya productivo acepta un contrato por dos años con la Organización Alianza Europea para el Progreso y lo mandan a Venezuela, específicamente al estado Sucre.
-Cuando vi tanta belleza y tantas riquezas, dije…Paria es un paraíso.
“Yo no lo podía creer, después de vivir en ruinas… 
ver la posibilidad de sembrar y de realizar mis sueños”
Antes de partir hacia Venezuela, Wilfried mantenía en Alemania un noviazgo serio y estable con Elizabeth, a quien después de muchas cartas, donde no solo describía lo fértil del paisaje sino sus planes y sueños, finalmente le dijo… “yo me quedo aquí, si tú quieres nos casamos y te vienes a vivir conmigo”. Al poco tiempo realizó un viaje para el viejo continente, con el propósito de contraer matrimonio y traerse a su amada… y así fue… hoy por hoy esta pareja que apostó a los verdes de las montañas de Paria, a lo fecundo de su tierra, a los azules de su mar y la cordialidad de su gente, ya tienen entre nosotros medio siglo.
-Elizabeth tiene méritos increíbles. Ella en Alemania estaba muy cómoda económicamente y cuando llegó a Venezuela me la traje a Tunapuy… y tuvo que lavar ropa en el rio, cargar baldes de agua y dedicarse a nuestros hijos.
La joven pareja residenciada en Paria, conciben cinco hijos carupaneros: Thomas, Cristóbal, Sabine, Carlos y Marcos, los dos últimos perecieron siendo bebés, uno de hepatitis y el otro de bronconeumonía.
Wilfried recorrió muchos senderos como empresario, pero siempre con la presencia de su obligación social y la conservación del ambiente. Quería darle importancia a la sabana cenagosa que existe en el municipio Benítez. Primero incursionó con el sembradío de arroz, luego con chiguire, posteriormente con ganado vacuno y cachama y finalmente descubrió que para las características del terreno y las condiciones climáticas, el búfalo, se podía adaptar perfectamente…se dedicó a la cría de este gran bóvido y aprovechó el espacios y las bondades de la naturaleza para crear allí mismo el campamento ecológico Rio de Agua.
Sus sueños en Paria se expandieron como un abanico. Con la constructora Roraima, hacían carreteras y vías de acceso. Con la Fundación Proyecto Paria, contribuía al desarrollo sustentable de la región, a través de acciones dirigidas a mejorar la calidad de vida de sus pobladores. Con el Proyecto de Playa Medina, Pui Puy y Aguasana… impulsa el turismo ecológico. Con el Centro Ambiental Refugio del Bosque, un espacio para la educación ambiental a través de un contacto directo con la naturaleza, y por último la Fundación Thomas Merle, que a partir de acciones concretas coopera con la incorporación al sistema educativo de niños, niñas y jóvenes de escasos recursos económicos del sector rural; con la disminución de los índices de inasistencia y deserción escolar, con la mejora de las condiciones ambientales de su entorno; con optimizar sus condiciones físicas, materiales, espirituales, cognoscitivas y de salud de niños, niñas y adolescentes.
“El turismo es una actividad muy empleadora y el turismo 
ecológico ayuda a conservar los recursos naturales”
Cuál es su mayor preocupación en la actualidad, en material ambiental en la zona?
-El problema más grande que tiene esta zona es el agua, tenemos que conservar la Serranía La Cerbatana, de ella se surten de agua cuatro municipios.
“No se puede hacer turismo sin agua, con basura…
 la conservación y la pobreza son incompatibles”
Wilfried Merle, cree en la capacidad y potencial del venezolano…razones por las cuales no titubeo en formar a su familia en esta tierra de gracia, y a pesar de su edad sus sueños continúan vigentes… aportando siempre los insumos necesarios para mejorar la calidad de vida, sobre todo de aquellos con quien comparte la vida…el sucrense.
-Yo creo en la capacidad del venezolano, pero me cuesta ver la voluntad para salir de esta crisis, sé que hay salida. Estoy prendiendo una vela para poder ver un poco de luz…yo pensaba, que las cosas habían cambiado, pero me equivoqué…no hemos aprendido la lección. Nos tenemos que comportar como si estuviéramos en estado de guerra perdida, entrar en el estado de postguerra y querer y creer en nosotros, en nuestras capacidades, demostrarnos a nosotros mismos que si podemos… Venezuela necesita del esfuerzo de cada uno de nosotros y todos formar parte tanto del problema como de la solución.
Dos hechos inesperados hicieron que la vida de Merle girara repentinamente. A la edad de 52 años y estando en el Hato Rio de Agua, le entrega la avioneta y el mando a su hijo mayor… Thomas. Tras cuatro minutos de vuelo, Wilfried presenció desde tierra, cómo la aeronave se precipitaba… provocando el deceso de su tercer hijo. Desesperado corrió hasta el lugar y en sus brazos sacó sin vida a Thomas que tenía 24 años… “su muerte cambió muchas cosas, era un muchacho carismático y maduro… los grandes aprendizajes que me dejó mi hijo, fue ser mas tolerante, mas cariñoso… su ausencia cambió mi vida.”
Hace 11 años es diagnosticado con la Enfermedad de Parkinson…otro giro en su vida. Esta condición limita un tanto la acción del visionario alemán, después de asumirla, asunto que no debe ser nada fácil, considerando que es un trastorno neurodegenerativo. Wilfried entendió el significado de esta situación en su vida.
-Yo nunca tenía límites en mis sueños, en mis proyectos…en hacer realidad mi visión. El Parkinson… vino y me dijo… Párate!, me puso los límites claros. Yo no veo lo que no puedo hacer, todavía puedo hacerlo. Contento y luchando por lo que creo…ayudando al prójimo y demostrarle que si se puede con fe y con el trabajo sobre todo del amor.
Cómo era como padre?
-Muy severo y exigente.
Y como es como abuelo?
-Es una etapa que hay que vivirla, uno aprende a disfrutarlos, ya no tienes grandes responsabilidades… los padres se encargan de la formación de sus hijos y los abuelos somos como las hierbas… para dar sabor.
Que significan Cristóbal y Sabine?
-Mis hijos… ellos para mí son la razón de vivir. Vivo por ellos. Me siento muy querido y soy responsable de vivir año tras año para poder darles todo mi amor.
Tiene nuevos proyectos?
-Muchos, todavía acompañados del valor de la ilusión… a veces con pasos grandes y otras veces más chiquitos. Pero por el que estoy luchando… quiero que la cerbatana sea decretada como régimen especial para proteger su biodiversidad. Temo por la juventud, que pueda sentir que acá en Carúpano no hay opciones de surgir y se vaya, tenemos que demostrarnos a nosotros mismos el valor de nuestras tierras y de nuestros espacios y darnos cuenta del tesoro que tenemos.
Y Carúpano?
-Tengo mucho que agradecerle, es el sitio donde fue el centro de mi acción y de toda la logística para los diferentes proyectos de mi vida. Siento que le di a Carúpano un aporte importante con la reconstrucción de la Casa de Cable, que es parte importante de su memoria.
Admiro que se exprese mucho en tercera persona plural… se siente Venezolano?
-Para Cristóbal y Sabine, es más fácil ser venezolanos que para mí que nací en otra parte, siempre uno está salpicado de algo de extranjero.
La vida de Wilfried es digna de un libro, por sus vivencias, anécdotas y aprendizajes… los riesgos son parte inherente de este ser, que se atreve a soñar y a hacer… desde 1991 se comenzó a cocinar la idea de escribir sus memorias motivados por grandes amigos y personas cercanas que siempre le han brindado gran apoyo. Sus memorias están pronto a ser publicadas, allí recorreremos su vida desde una perspectiva íntima y sin reparos… “quise hacer el libro para que mis nietas supieran quien era su abuelo”.
“No puedes tener éxito si no tomas riesgos”
A quien le agradece?
-A mis padres, que me enseñaron el valor ético y moral, a ser crítico…por darme la libertad de buscar en el planeta el lugar que me gustó para vivir. También tengo que agradecer a mis amigos… que a lo largo de mi vida me han acompañado.
“Yo creo que la soledad impide ser exitoso”
A sus 73 años, Wilfried disfruta demasiado de la música clásica, juega ajedrez, se regocija de los colores que le regala la naturaleza, admira la franqueza y el talento humanos… y no pretende nunca dejar de soñar… “he aprendido a no ser parte del rebaño, nunca me ha interesado serlo…ni cuando era niño”
Si se habla de vivir, indiscutiblemente Wilfried es un maestro en este arte y oficio. Si se habla de luchar, Wilfried es un gladiador…Si se habla de amar y se soñar, Wilfried es un niño que asoma su mirada llena de brillo y se lanza a la aventura de cristalizar sus sueños con pasión y entrega desmedida.

Paria es su gran amor terráqueo y si la recorremos, despacito en muchos de sus rincones, está la huella de este alemán-carupanero, amante del existir y del hacer.


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