martes, 5 de julio de 2016

Personaje: Jaime Villarroel

Noviembre 2012


Para el Obispo Monseñor Jaime Villarroel

Toda la vida es una crisis

Con todo el misterio que implica conocer la vida de alguien, la vida de aquel personaje que dedica su tiempo al otro, a la iglesia y al bien, fue de por sí un gran reto,… humanizar al Monseñor Jaime Villarroel encargado de la Diócesis de Carúpano, que mas allá de ser la máxima autoridad católica en la Península de Paria, fue y es un hombre de carne y hueso.
El Monseñor Jaime Villarroel, nace hace 50 años, en la población de San Juan Bautista, Isla de Margarita, en el seno de una familia humilde hijo de Corina Ramona Rodríguez y Fermín Villarroel, en compañía se sus cuatro hermanos, Fermín, Milagros, Argenis y Carolina.
Su madre Corina, mujer con un gran temple, se dedicó al hogar, no descuidó ni por un segundo los estudios de sus cinco hijos, a todos los guió siempre hacia la iglesia. Jaime el segundo en nacer, dice que el mayor legado que le dejó su progenitora, es el valor al respeto, al trabajo y a la sinceridad de la familia.
Fermín Villarroel, su padre, hombre de pensamiento comunista, nunca tuvo ningún tipo de injerencia en la crianza de sus hijos, le dejó esa labor a su esposa. Agricultor apasionado y trabajador constante. A todos sus hijos les enseñó el hábito por la lectura, al verlo leer todos los días el periódico.
Cómo fue la infancia del Monseñor?
-Normal, como la de cualquier niño oriental, jugábamos trompo, volador y hacíamos mucho deporte. Nosotros éramos muy tremendos, nos íbamos a comer las frutas de los sembradíos de los vecinos y mamá nos daba palo por todos lados.
“Cuando mamá nos pegaba, le preguntábamos que por qué lo hacía, y ella respondía, que por si acaso íbamos a hacer algo malo”.
Cuando Jaime Villarroel era niño, por lo menos en San Juan Bautista, no existía el preescolar, pero recuerda perfectamente a la maestra Aurora que lo preparó a “fuerza de sangre con palo” para que comenzara su instrucción primaria, de primer a tercer grado en la Escuela Concentrada de Punta Cují, y de cuarto a sexto grado en la Francisco Fajardo, pero como la señora Corina era muy celosa con sus hijos, al llegar al bachillerato, los inscribió en el Liceo Gaspar Marcano, que le quedaba al frente de su casa y así, podía, controlar la hora de entrada y de salida y hasta con quien se detenían a hablar antes de irse a su casa.
Aunque su vinculación con la iglesia fue desde muy niño, la vocación del sacerdocio no se le revela aun, como todo estudiante tenía la ilusión de estudiar ingeniería o física, y cursando quinto año de bachillerato, el joven Jaime se le declara a su primera novia, pero tal fue el susto, que la relación solo duró 15 días, él mismo la denomina como una experiencia dolorosa.
A principios de los años 70, pasa a ser parte, junto con sus hermanos y su madre, de un grupo de la iglesia que se llamaba El camino Neo-catecumenal, que se encargaba de propagar y encontrar la fe en Dios en distintas comunidades de la isla.
Estando en el movimiento suceden dos hechos importantísimos, el primero de ellos, es haber conocido a su párroco, José Antonio Constela, un gallego inolvidable que lo acompañó a dar sus primeros pasos dentro de la iglesia. Y el segundo fue haberse hecho amigo de Janio, un joven carismático, que sentía el deseo de ser misionero, pero a la vez le encantaba irse de farras y parrandas. Según Jaime, Janio vivía en una encrucijada, y a los 21 años, en compañía de Fermín el hermano mayor del monseñor, tuvo un accidente donde lamentablemente perdió la vida.
Que significó la muerte de Janio en su vida?
-Me impactó mucho, me estremeció, yo en ese momento me había apartado un poco del movimiento, pero vi la necesidad de pasar mi dolor refugiándome en la palabra de Dios. Su muerte me hizo despertar y tomar en serio mi vida.
Cómo tomar en serio la vida, siendo tan joven?
-Bueno ir buscando y probando lo que creía conveniente, para mi el sacerdocio nunca fue una opción, me fui a Mérida a la Universidad de los Andes a estudiar Ciencias Aplicadas, aguante seis meses, pero me di cuenta que no era mi vocación, me sentía realmente incómodo, de allí me fui al IUT de Cumana para probar con la carrera de Electrónica y tampoco. Finalmente regreso a Margarita y me pongo a estudiar en el IUTMAR de la Salle y a los 21 egreso como Técnico Universitario Superior en Mecánica Naval y no solamente regreso a mi tierra natal sino también al movimiento de la iglesia.
En este segundo encuentro con el movimiento El camino Neo-catecumenal, lo envían a un encuentro de misioneros en Maracaibo y es allí donde le hablan por primera vez de la vocación sacerdotal.
Que sintió cuando le ofrecieron ser sacerdote?
-Sentí un balde de agua fría, entré en una crisis profunda, yo soñaba con formar una familia y ser un cristiano comprometido, pero no sacerdote.
“Podía ser misionero laico, pero no quería ser cura”
Después de regresar de Maracaibo y ya con 22 años, Jaime Villarroel, se enamora por segunda vez, y se establece en un noviazgo conflictivo y dependiente. La familia de su novia y la suya eran muy cercanas, eran vecinos y confluían en el movimiento de la iglesia también, luego del noviazgo, la relación entre las familia se convirtió en puro enfrentamiento, en vista de las circunstancias intentó terminar esta relación tres o cuatro veces, pero fue infructuoso, por que ella se ponía a llorar y él no era capaz de hacerle daño.
“En el año 85 Juan Pablo II convoca La jornada de la Juventud y mi hermano que también estaba en el movimiento, se ofrece y va a Roma…luego me doy cuenta que quien tuvo que haber ido era yo”
Y no ejerce como TSU en Mecánica Naval?
-Si claro, me llamó un compañero de estudios, para decirme que necesitaban un maquinista en un barco atunero de origen español, y allí vi la oportunidad perfecta para poner distancia con mi novia y con la iglesia, quería hacer mi vida.
Como fue la experiencia navegando?
-Fue terrible, la vida del marinero es muy dura, ver que la mayoría de mis compañeros de travesía dedicaban su tiempo al llegar a tierra firme a las drogas, alcohol y mujeres, hizo que rezara todos los días, que me recordara de lo que me dijo muchas veces mi párroco Constela, “Jaime acuérdate de Pedro”…y entendí que Pedro muchas veces metió la pata, pero aceptó que se equivocó y se entregó a la misericordia de Jesús. Casi no pescábamos y pasábamos mucho tiempo sin atracar, yo rezaba mucho, en el fondo sentía que todo eso pasaba por mí, yo no le veía sentido a la vida, sentí que me había alejado de todo lo que para mi era importante.
Cómo qué le había perdido el sentido a la vida?
-Si, yo me daba cuenta que Dios me estaba llamando, le pedía valentía y una prueba, aunque no quería, le ofrecí irme al seminario. En ese momento el capitán nos dijo que íbamos a parar en Ecuador para cargar alimento, esa era la señal, era mi oportunidad de irme a Venezuela, pero me dio miedo y no hice nada para bajarme. Luego fuimos a Panamá y allí si me bajé, inmediatamente me fui a una iglesia y hablar con el cura y me sentí muchísimo mas tranquilo.
“Dios me hizo ver que si yo no me bajaba del barco en ese momento el próximo puerto era el infierno”
Que pasó cuando llegó a Venezuela?
-Lo primero que hice fue buscar a mi párroco Constela y le dije que venia del fracaso, con el rabo entre las piernas, que había entendido, que el sacerdocio, era el camino de mi vocación. También corté con mi novia y me sentí liberado, eso fue un signo de Dios, lo pude hacer con valor y respeto. Entonces pasé siete meses de mi vida dedicado a mi parroquia antes de ser seminarista.
Y cuándo entra al seminario?
-Para entrar al seminario, fui a un encuentro de cuatro días de exámenes para la admisión y yo respondí adrede todo malo, pero sin embargo salí seleccionado y entro a formar parte del Seminario San José del Hatillo, de vocación adulta, allí hice tres años de filosofía y cuatro de teología.
Casi a punto de ser Sacerdote y ya ordenado Diácono, Jaime Villarroel queda huérfano de madre, fue un momento sumamente duro que unió a sus hermanos, los animó a seguir adelante y a descubrir el significado de la familia.
Su madre fallece en medio de una crisis matrimonial, a raíz de su enfermedad, el señor Fermín insiste en reconciliarse con la señora Corina, pero ya era demasiado tarde y es cuando, aunque con ideas comunistas y adversas a la palabra de Dios, decide acercarse a la iglesia, y hasta llegó a confesarse varias veces ante su propio hijo, ya ordenado en sacerdocio.
Que significa para un sacerdote quedar huérfano?
-Fue muy doloroso, sobretodo sentir su ausencia, pero sin embargo prediqué en el entierro de mi madre, de mi hermano y de mi cuñada, para mi fue un orgullo,…que mejor homenaje pude haberles dado a mis seres queridos.
“La iglesia me formó como persona y como sacerdote, le tengo tanto que agradecer como a mi madre y a mi padre”
Al sacerdote Jaime Villarroel lo encargan de la parroquia San José de Paraguachí en Nueva Esparta y allí permanece por 15 años, lo nombran Vicario General de la Diócesis de Margarita y después de 17 años de servicio en su tierra natal, es designado Obispo de la Diócesis de Carúpano.
Como se siente en Carúpano?
-Excelente, el carupanero y el pariano es muy hospitalario, es una tierra hermosa, disfruto mucho al contemplar la naturaleza en silencio, esta tierra es mucho mas hermosa que Margarita, pero no sabemos lo que tenemos acá. Acá falta sembrar esperanza, ilusión y espíritu de sacrificio.
“La belleza del paisaje de Paria contrasta con la pobreza y la miseria de esta tierra y eso conmueve el corazón”
Definitivamente un hombre de carne y hueso, dice ser margariteño hasta médula, disfruta de escuchar a Franco de Vita, Yordano, Silvio Rodríguez, Mercedes Sosa, Ilan Chester y a Armando Manzanero, es muy introvertido y reservado, pero sin embargo se torna cercano, accesible y sumamente sencillo.

A través de él, se siente la presencia terrenal de Dios. En comunión con sus sentimientos, pensamientos y obras, este hombre ofrece bondad y autenticidad en el ejercicio de su sacerdocio. Buen obsequio de la Perla del Caribe a esta Tierra de Gracia.


lunes, 4 de julio de 2016

Personaje: Luis Calzadilla

Noviembre 2012


Luis Calzadilla,

De paracaidista a villano y a carupanero

Con casi 40 años frente al micrófono y en una cabina de radio, Luis Calzadilla, es uno de los grandes locutores de Carúpano, es definitivamente un personaje conocido por todos, pues, el encuentro se vio interrumpido muchas veces por las personas que se detenían a saludar a “El Villano de la radio”.
Hace 63 años nace en Barcelona estado Anzoátegui, Luis Enrique Calzadilla, único hijo de José Portillo y de Teresa Calzadilla, recuerda no haber pasado trabajo en su infancia, tampoco vivir con grandes holguras, se tenía lo que se podía, su padre fue el director del Hospital de Niños de Barcelona y su madre enfermera del Hospital Luis Razetti.
Luis Calzadilla, cursó su educación primaria en la Escuela República México y su bachillerato en el Liceo Cajigal de Barcelona, era excelente estudiante, jamás se permitió aplazar alguna materia, hizo mención a que en algún momento sacó 13 en Mineralogía (hoy Ciencias de la Tierra), y esa calificación representó un problema para él.
Para cuando egresa como bachiller en Ciencias en 1967, las oportunidades de estudios universitarios en Barcelona eran limitados, solo existía la Universidad de Oriente y la Escuela Técnica Industrial, y ninguna de las dos opciones resultaba atractiva para el joven Calzadilla, pasa un año inactivo hasta que decide aplicar para ingresar a la Escuela de Paracaidismo de la Base Aérea Libertador, en Maracay. Por su buen promedio de bachiller entró sin ningún problema.
Por qué decides ser paracaidista?
-(Risas) Yo no decidí ser paracaidista, solo que como tenia tan buen promedio al presentar el examen de selección automáticamente me asignaron al grupo de paracaidistas, que es un grupo élite de la fuerza aérea; yo quería ser militar pero no paracaidista, pero me sentí tan privilegiado que la cuestión me gustó.
Cómo fue el entrenamiento de un paracaidista?
-Demasiado fuerte, teníamos entrenamiento en tierra, conocido como orden cerrado, todo el tiempo. Nos hacían exámenes a cada rato, como para ver si de verdad servíamos para eso, el primer examen ya dentro de la escuela, fue el salto de la torre, una torre de 18 metros, desde donde tienes que lanzarte en caída libre solo amarrado con canopias, como un arnés, yo estaba muy nervioso pero lo hice tan bien, que me escogieron para los saltos desde el avión.
Cómo fue ese primer salto?
-También estaba nervioso, pero representaba un reto, fue desde un avión de transporte C-123 a 12 mil pies de altura, era una sensación magnifica, cada salto era distinto, la altura variaba 12 mil, 15 mil y 18 mil pies, y también los lugares, nos lanzábamos en Barquisimeto, Valencia, Maracay y Maracaibo, yo solo hice 35 saltos.
“La sensación no es que tu vas bajando, sino que la tierra va subiendo”
Por qué sólo 35 saltos?
-Después del salto 35 me retire, cuando estaba en el aire, escuché cuando el Piloto le dijo al Maestro Técnico Mayor de Salto, que no creía conveniente que se lanzaran los paracaidistas, porque había mucha turbulencia, y nos lanzó, todos caímos mal, yo caí encima de un árbol y se me clavó una rama pequeña muy cerca del corazón, por eso me retire, no quise exponerme mas.
Después de decidir dejar la milicia, Calzadilla se va a Caracas, a probar suerte, no sabía que iba a hacer ni que quería, pero lo que si tenía claro es que siendo tan joven, no quería regresar a su casa en Barcelona. Se hospedó en una pensión en La Candelaria, consiguió trabajo como obrero de mantenimiento en Beco Blohm y se puso a estudiar en la Escuela de Telecomunicaciones, donde obtuvo el Certificado de Locución Nº 7.352, allí de codeo con sus compañeros y reconocidos locutores, Waldemaro Martínez, Enrique Hoffman, Amado José Díaz y Reinaldo Durán.
A los 24 años comienza a trabajar en González y Bolívar, una tienda de electrodomésticos y línea blanca ubicada en Sabana Grande, allí como conoce a Amelia, empleada de Selemar, contraen matrimonio y tienen dos niñas, Lismelia y Lisbet, la unión con Amelia duró cuatro años, pero ya antes Luis Enrique había tenido una hija cuando estaba en la Escuela de Paracaidistas, se llama María Teresa y vive en Barcelona.
Y ya teniendo el Certificado de Locución, cuándo entra a la radio?
-Llego a la radio a través de un amigo, Jesús Leandro y entro en Radio Aeropuerto, era una emisora 24 horas y yo durante 3 meses trabaje en el turno de 10:00 pm a 6:00 am, la emisora tenia un acuerdo con ciertas líneas aéreas internacionales y cada cierto tiempo se hacia el llamado a los vuelos.
Cómo que el llamado a los vuelos?
-(Risas) Por ejemplo, Alitalia anuncia la salida de suelo 476 con destino a Lisboa-Roma, eso lo decía yo y llamaban muchas personas preguntando por los vuelos porque también manejábamos la información de los vuelos retrasados.
Y en que momento te haces dueño de la salsa?
-Yo no soy el dueño de la salsa, (risas). Bueno Mery Martínez, directora de Radio Aeropuerto decide darle un giro a la emisora y la convierte en una estación de 24 horas de pura música latina, antes no se llamaba salsa, allí hicimos un buen equipo de locutores, estaban Phidias Danilo Escalona, Héctor Castillo, Rafael Rivas “El Tigre” y yo. A mi me tocó el horario de 8 de la mañana a 12 del mediodía.
El nuevo estilo de la emisora, tuvo grandes criticas, sus locutores eran considerados chabacanos, por promover la salsa, que antes de llamaba música tropical, música afro del caribe o simplemente música latina. El termino “salsa”, lo acuña por primera vez su compañero de micrófonos Phidias Danilo Escalona, quien tenía un espacio radial patrocinado por Salsa Pampero y que se llamaba, La Hora de la Salsa, en principio la denominación causó resquemor pero después poco a poco se universalizó.
Estando trabajando en Radio Aeropuerto, y con su nuevo estilo salsero, Luis Calzadilla, como locutor tenia que visitar las compañías disqueras para ubicar los nuevos discos LP (Long Play), para ponerlos a sonar, en ese ínterin conoce a “El Negro” Luis Francisco Méndez, el promotor de salsa más grande e importante de Latinoamérica y con esta oportunidad comienza su vida como animador.
-“El Negro”, me ofrece comenzar a animar los conciertos en el Poliedro de Caracas que el patrocinaba con su empresa Atracciones Mundiales, y yo acepté, nada mas en el Poliedro anime 17 conciertos de, la Sonora Poncera, el Gran Combo de Puerto Rico, Ray Barreto, Ángel Canales, Eddie Palmieri, Irakere, Los Bam Bam, Los Den Den y muchos mas, también animé conciertos en el Club Campestre Camurí Chico, en el Macuto Sheraton y hasta una fiesta privada en el Gran Salón del Caracas Hilton con Willie Colon y Héctor Lavoe
Y cuando comienzan a llamarte “El Villano” Luis Calzadilla?
-Bueno simultáneo a la animación y a mí tiempo en radio, me ofrecen hacer dos discos, uno con la compañía disquera Corpo Disco y otro con Grabaciones Mundiales, ambos eran recopilaciones de los temas de salsa del momento, cuando me están tomando la foto para la caratula del primer disco en un estudio de Venezolana de Televisión, el fotógrafo, que se apellidaba Silva, me dijo, por mis bigotes largos y hacia abajo que me parecía a un villano, y automáticamente el productor de la disquera, dijo…ese es, El Villano!, y me quedé así, tanto que el primer disco se llamó Luis “El Villano” Calzadilla y el segundo La Salsa del Villano.
“Para que una casa disquera llame a un locutor para hacer un disco, era porque tenía mucha sintonía”
“El Villano”, para ese entonces obtuvo el segundo lugar en el Meridiano de Oro a locutor del año, resultando ganador Luis Manuel La Guardia por cuatro votos, también fue merecedor del galardón el Tiburón de Plata al Mejor Locutor Latino de Venezuela, además de muchos reconocimientos y premios como viajes con todos los gastos pagos dentro y fuera del país.
“Caracas es para aprender, pero no para quedarse, Caracas es una escuela”
Cómo llega “El Villano” Calzadilla a Carúpano?
-Yo también hacia guardias nocturnas en VTV y allí conocí a la señora Edith Ruiz, quien era la Jefa de Prensa del Canal, yo le había dicho mi deseo de salir de Caracas y ella por sus contactos y amiga del señor Alido Hernández, me ofreció trabajar en Radio Vibración emisora AM (de amplitud modulada) y sin dudarlo agarré mis maletas y me vine, eso fue en 1986 en donde me hago a conocer con mi programa Villanomanía, luego en Solar FM (Frecuencia Modulada) le doy continuidad a mi espacio radial que traia desde Caracas, La Salsa del Villano, y hoy tiene 35 años al aire, hoy día en la emisora Turisti-k, al igual que en el canal de televisión local por suscripción Tu Tv.
Pero en Carúpano tienes familia?
-Ahora si, antes no, llegue sin conocer a nadie, y en 1989 me caso con Irais Martínez Balan, quienes excelente esposa y madre y con ella tengo dos hijas, Lyrais y Lisabell, las dos son muy pegadas conmigo.
“El Villano” es organizado y metódico con su trabajo, tiene entre sus manos una agenda donde apunta todos los pormenores de su vida radial, las cuñas de sus 37 clientes y las menciones en su programa. Es simpático y humilde con su público, durante toda la entrevista se dedicó a saludar con una gran sonrisa y estrechar la mano de todo a que le saludaba.
Luis Calzadilla, se hizo carupanero y disfruta estar en esta tierra que le ha dado tanto. Toca agradecer contar con la altura de un villano tan especial, que a través de sus villanías inmortaliza el valor de la salsa en todas las generaciones, música latina de sabor, olor y movimiento nuestro.







domingo, 3 de julio de 2016

Personaje: Luisa Martínez

Julio 2013


Luisa Martínez, Directora Ejecutiva de la Casa Andrés Mata

Amante de los números, de la poesía y de la igualdad

Luisa Martínez, ha logrado a lo largo de su vida conjugar sus pasiones y conocimientos con una sonrisa plena y perenne, conocerla es contagiarse de  alegría, recorrer su vida fue navegar a través de elementos antagónicos, que sorprendentemente conviven en ella, en una extraordinaria armonía.

Roberto Martínez procedente de Cumana y Luisa Campos de la Guanota, se unieron en matrimonio y procrearon nueve hijos, Luisa Mercedes es la quinta hija… su infancia transcurre en Caiguire, recuerda haber sido una niña tímida, muy estudiosa y lectora voraz… leía todo lo que encontraba.

Su padre, el señor Roberto, dedicó su vida al trabajo, fue servidor público del Consejo Municipal y también empleado bancario. “Mi padre nos enseñó el amor por la lectura, él siempre estaba leyendo y lo que él leía, luego lo leía yo, nos crió siempre inculcándonos el valor de la honestidad, la solidaridad hacia el otro y el trabajo comunitario”

“Nosotros teníamos siempre una visión política de la vida”

La señora Luisa, su madre…y tal como lo expresa su hija, “ella entregó su vida a ser madre” pero siempre tuvo presente, que la mujer tenía que estudiar para que pudiera valerse por sí misma, lo cual, fue el impulso necesario para que la pequeña Luisa nunca dejara de soñar y de creer en ella misma.

Recuerda alguna de las lecturas que realizó cuando niña?
-Leí muchos libros, casi todos los que leía papá, después los agarraba yo, recuerdo Pobre Negro, Casas Muertas y Lo que el viento se llevó. Siempre leía el periódico, libros de cuentos y los suplementos de comiquitas que nos los intercambiamos entre los hermanos y vecinos.
En el Grupo Escolar Nueva Esparta cursa su educación primaria, en el Liceo Cruz Salmerón Acosta, que curiosamente funcionó para ese entonces en la casa natal del poeta Ramos Sucre, estudia hasta tercer año y egresa como bachiller en ciencias del Liceo Antonio José de Sucre.

-Cuando nos íbamos a graduar de bachilleres, ya un grupo de compañeros y yo teníamos mucha inclinación hacia la formación socialista, cantábamos canciones comunistas y estaba en efervescencia la lucha clandestina y le pusimos a nuestra promoción el nombre de Ernesto Che Guevara, otra parte del salón no compartía nuestras razones y ellos nombraron a su promoción Miguel Otero Silva,… ese años hubo dos promociones de miembros del mismo salón pero con nombres distintos.

Siendo bachiller que decide estudiar?
-Yo quería ser ingeniera, pero también me gustaba mucho las relaciones internacionales que se ejercían en la diplomacia,…pero cuando me hago bachiller estaba la apertura femenina en los campos masculinos, y esa circunstancia me llevó a retarme y a irrumpir en una carrera que había sido tradicionalmente para hombres y me inscribo en la Universidad de Oriente a estudiar IngenieríaIndustrial, curso mi primer semestre y al comenzar el segundo…salieron las Becas Gran Mariscal de Ayacucho, tomé una planilla para estudiar Ingeniería Naval en Inglaterra y salí.

Luisa vivió seis años en el Reino Unido, primero estudio en Brighton Technical College y luego en Portsmouth Polytechnic de donde egresa con el título de Ingeniera Mecánica mención Arquitectura Naval. Durante su estadía en el viejo continente, invertía la mayor parte de su tiempo en el estudio, pero reconoce que ahorraba muchísimo y al salir de vacaciones hacia todo lo posible por recorrer Europa y durante sus viajes se acercó aún más al mundo cultural y no escatimaba en disfrutar del teatro, el cine, musicales… las visitas a los museos y hasta la opera.

-La exigencia de la universidad era muy fuerte, solo había por materia un examen anual, pero graduarme era un gran reto, un compromiso con mi familia y hasta conmigo misma.

“En un mundo de extranjeros, era muy difícil integrarme a la sociedad inglesa… nunca me plantee quedarme por allá”

Cómo se inserta en el campo laborar al regresar a Venezuela?
-Al llegar traté de entrar a las empresas petroleras y a las empresas de astilleros pero no pude, había una resistencia a que la mujer ejerciera cargos masculinos, me decían, si necesitamos pero preferimos que sea hombre. Un día un amigo de Cumaná me dijo que aquí en Carúpano había un área naval en el Colegio Universitario, yo no estaba muy convencida de querer dar clases pero como no tenía trabajo, acepté.

Luisa Martínez entra en la planta profesoral del Colegio Universitario de Carúpano en 1980, sintió mucho temor al principio de su carrera como docente pero le puso mucho empeño,… “era una institución muy exigente”.

Que considera usted que es lo más gratificante de dar clases?
-Definitivamente el contacto con los jóvenes, con generaciones nuevas a medida que pasa el tiempo, eso nutre mucho y uno no se queda anclado en el pasado, me es grato saber y sentir que yo contribuí al desarrollo de esa ciencia en el país en los egresados de las promociones desde 1980 hasta 2007.

En 1984, el Colegio Universitario de Carúpano realiza un convenio con Italia en el área de naval y la profesora Luisa, fue una de las seleccionadas para recibir entrenamiento en astilleros italianos en Sicilia y Génova para lo cual permanece de nuevo en Europa, durante cinco meses aproximadamente. Posteriormente  tras su retorno  a su país, realiza una especialización con la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho en Gerencia en Mantenimiento.

En 1998, asume la presidencia del país, Hugo Chávez, trayendo consigo cambios de paradigmas y estilos sustentados en la formación socialista, pero es hasta el año 2001 cuando con la creación de las Comisiones Transformadoras y Modernizadoras de los Institutos y Colegios Universitarios, la profesora Luisa es convocada a asumir la subdirección administrativa de otrora Colegio Universitario, cargo que ejerció hasta el 2007.

Cuál considera usted que fue el saldo positivo de haber ejercido ese cargo?
-Hubo muchas cosas buenas, no niego que fue una experiencia muy dura y fuerte, pero por ejemplo se logró la automatización del sistema administrativo en todos los departamentos administrativos, también que fuera una sola institución no los docentes, obreros y administrativos cada quien por su lado, eso fue muy bonito y la gente lo recuerda. Fueron muy importantes las interrelaciones humanas que se dieron, descubrí que en la institución había un mundo dentro de otro mundo, ese descubrimiento para mí fue muy nutritivo.

LuisaMartínez, no solo ha dedicado su tiempo a la docencia y los números, pues su afición hacia el arte y la cultura, además de ser cultivada desde niña se comienza a plasmar en 1986 cuando en compañía de varias personas inquietas y preocupadas por la difusión de un cine distinto y de calidad, funda el Cine Club Aurelio Lyón, en honor al primer fotógrafo que tuvo Carúpano, esta iniciativa funcionó en la sala de teatro del ateneo, en el Templo Masónico, en el Cine Lilma, en la Casa Macuro, hasta que 25 años después el proyecto del cine club es absorbido por la Casa Andrés Mata.

Este personaje ya asumida carupanera, también formó parte del grupo que consideró la creación de la Casa Macuro, un espacio destinado para rescatar los valores intelectuales de la localidad, asimismo existió la motivación para constituir la Casa Andrés Mata.

Cómo comenzó a cristalizarse el proyecto de la Casa Andrés Mata?
-Bueno IvánGómez, gran amigo e historiador, sabía que el poeta Andrés Mata había nacido allí donde hoy funcionamos, y Monaldi también amigo pero arquitecto nos ayudó con el proyecto, para ese entonces el gobernador del estado era Ramón Martínez… todo se fue dando y en el 2004 la inauguramos, en principio se pensó que la Casa Andrés Mata iba a estar dirigida hacia la historia pero con el tiempo se le ha dado una vuelta hacia la literatura y la poesía.

-La casa Andrés Mata es mi proyecto de vida, es un proyecto colectivo pero me lo he tomado demasiado a pecho y a mí me encanta.

La profesora Martínez aunque ya está jubilada de educación superior no abandona la docencia, ahora está formada como tallerista en poesía de la Casa Nacional de las Letras y su conocimiento lo transmite a través del programa literario que dirige y es autora del libro Desasosiego merecedor del primer galardón en el concurso de Historias de Barrio Adentro.

“Me he dedicado a estimular la poesía en niños, niñas y adolescentes”
Y el mar en su rugido eterno
de golfo desgastado
se escucha entre las piedras
y yo, solitaria en mi ausencia
me oculto entre velámenes
que esperan la hora de partir.

Luisa Martínez

La ingeniera, poeta, docente y de izquierda, comparte su vida desde hace 30 años con el abogado Luis Alberto Giuliani y a quien considera su gran apoyo. “Luis Alberto es mi brazo izquierdo, porque es más importante que el derecho, soy zurda, él es mi amor y me apoya en todo”

Como es como madre?
-me gustaría que esta pregunta la respondieran ellos, pero ya no soy exigente, soy cariñosa y soy el centro de la familia. A mis hijos les he cultivado el valor de la honestidad, pero desde el sentido de la coherencia, allí está todo, la coherencia entre la palabra, el pensamiento y la otra…eso es la honestidad con la vida, con uno mismo.

Curiosamente sus tres hijos la perfilan como ser humano, su vida ha estado marcada por los números procedentes de la ingeniería, la cultura manifestada hoy a través dela poesía y el valor social vigente en su inclinación ideológica y política.

El mayor de sus hijos, Cesar Roberto, tranquilo y aplicado, es mimbro de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Venezuela bajo la dirección de Gustavo Dudamel, Gabriela en medica es competitiva, trabajadora e inteligente y Luis Alberto, serio y amoroso es ingeniero aeronáutico.

Para Luisa Martínez la amistad es todo “tengo amigos desde los seis años”, para llegar a conservar la amistad, no existen secretos, todo es no olvidar, estar pendiente y amarlos. Un buen amigo a veces significa más que la misma familia, con los amigos el vínculo nadie te lo crea, lo creas tú.

“Carúpano ha sido mi vida productiva, de adulta, de familia, de creación… Carúpano ha sido mi vida”

Su capacidad creadora y de gratitud ante su vida, es sin duda un ejemplo a seguir, a no descansar en la quietud, a renovarse constantemente y a encontrar en uno mismo el placer de vivir.