domingo, 18 de septiembre de 2016

Personaje: Darwer Osuna

Marzo 2013

El Chef Darwer Osuna

En Carúpano encontró su razón de ser

Darwer es de esas personas, que se le ve en los ojos, las ganas de luchar, de hacer las cosas bien y de seguir soñando.
Nació en Caracas pero ya ama y se siente parte de Carúpano, la vida lo premió con vivir en Paria, tener familia y volver a creer en que los sueños pueden volverse realidad.
Su infancia transcurre en Coche, populosa urbanización de la capital, recuerda ser profundamente feliz. Al divorciarse sus padres Erika Abache y Ángel Osuna,por cuestiones de adultos y que él desconoce…la crianza de los dos hijos varones fue asumida por el padre, mientras la niña quedó viviendo con la madre.
Por esa decisión, Darring y Darwer establecen una relación esporádica con su madre, enfermera graduada en la Cruz Roja, el señor Ángel comisario de la antigua PTJ…según su hijo, fue un ser muy especial y detallista, quizás por su misma formación policial, estricto y exigente, era una persona sumamente justa y poco cariñoso.
Al hablar de su padre, la misma mirada llena de fuerza y de sueños, se torna taciturna y humedecida,las lágrimas  amenazan por salir. Pues la figura paterna fue el pilar, guía y estímulo que necesitó durante su vida, y su ausencia representó un profundo vacio, incertidumbre y desmotivación.
Cómo eras de niño?
-Era muy curioso, pero a la vez tranquilo y callado…me gustaba mucho lo relacionado con el arte, sobretodo la pintura y hacer deporte.
Deporte?
-Sí, yo fui un excelente jugador de básquet, fíjate que casi firmo para Panteras de Miranda como piloto, pero por distracciones propias de la juventud no se dio. Pero el equipo del Liceo Pedro Emilio Coll, donde estudié bachillerato y jugué en el equipo de básquet y llegamos a ser campeones en el intercolegial del Distrito Federal.
Después de egresar como bachiller que haces?
-Papá quería que hiciera una carrera larga, de las tradicionales pero yo siempre estuve más inclinado hacia los oficios, a lo práctico y para complacerlo comencé a estudiar en el Colegio Universitario de Administración y Mercadeo, Administración de Aduana y allí me gradué de Técnico Superior Universitario, y recién graduado… mi papá muere.
Qué significó la muerte de tu padre?
-Cuando murió papá yo no reaccioné, lo único que hacía era pensar y logré entender todo! Entendí porque era cómo era…él quería que fuéramos personas responsables, desde pequeños nos asignó labores en el hogar y responsabilidades y al salir de bachillerato tanto mi hermano como yo teníamos que dar un aporte económico para la casa.
“Al morir mi padre, evalué quien era yo, me vi solo, tenía compañía afectiva del resto de mi familia…pero sabía que me tocaba hacer mi vida”
Cómo entraste en el mundo de la cocina?
-Hubo dos eventos que me marcaron: cuando era joven y me quedaba solo en casa, llamaba a mis amigos y amigas del edificio y de la urbanización y se armaba el paranpampam y yo siempre me ponía a cocinar y todos quedaban satisfechos, en ese mismo grupo estaba un amigo llamado Rafael Figueroa y una vez lo vi vestido de chef y me llamó muchísimo la atención, sentí mucha admiración y quise ser como él.
Darwer comienza su trayectoria formativa en cocina en el CEGA (Centro de Estudios Gastronómicos) y egresa como Cocinero Profesional, pero para él no era suficiente e ingresa en High Training Educational Institute, primer y principal instituto de artes culinarias de Venezuela, realiza todos los cursos que ofrecían y logra especializarse en salsas, fue alumno de grandes creadores culinarios como Werner Theide y Pella Prat.
“La cocina es la madre que no tuve, ella te disciplina, te da método y a través de ella me expreso”
Cuando comienza tu experiencia laboral?
-Todo fue muy rápido, antes determinar los estudios, cuando estaba haciendo pasantías en el Hilton, me contrataron como cocinero nocturno del Hotel Centro Lido en el restaurant Nouveau Grill, trabajaba de 11:00 pm a 6:00 am, aprendí mucho y allí funcionaba la cocina piloto del Grupo Ara y cocinaba junto a Edgar Leal, Sumito Estévez y Alfredo López Manchego…y comencé un periplo por varios locales de Las Mercedes.
Osuna inaugura y permanece durante cinco años continuos como ayudante de primera y chef de partida en el restaurante del Hotel Meliá Caracas, L´Albufera. También  cocinó en L´Sur en el Four Season Hotel y en el Hotel  J. W. Marriot encargado de la cocina banquete… fueron tiempos de intenso trabajo, se estaba fogueando con los mejores y estaba consciente de eso.
Su hermano mayor, Darring casado y establecido en Carúpano, circunstancia necesaria para que Darwer tocara tierras parianas. Según su propio relato, al bajarse del autobús en el terminal y ver tan cerca el mar fue suficiente para que su impresión sobre esta tierra de gracia fuera impactante.
Durante su primera visita y por giros de la vida, le ofrecen hacer una estación se sushi en una fiesta privada, oferta que acepta aun estando de vacaciones y es donde conoce a su actual esposa y cuñada…quienes voluntariamente y atraídas por la curiosidad de la comida japonesa sirvieron de ayudantes.
Después de intercambiar teléfonos y vivir lo propio de un noviazgo adistancia, porque ella para ese entonces, vivía en Puerto La Cruz y él en Caracas. Un fin de semana en que Darwer fue a visitar a María Mercedes, se propuso buscar trabajo, ya con la intención de instalarse en la vida de aquella joven ingeniera carupanera.
Por recomendaciones de su novia se traslada al Hotel Mare Mare y bajandose del carrito por puesto se encontró con el chef José Luis Parada, quien años atrás había sido su jefe en L´Albufera y con la mirada le dijo…bájate y apúrate, te necesito para trabajar ya!
Pues ya instalado en Anzoátegui y viviendo un proyecto de amor y ampliando su trayectoria laboral, Darwer cocinó en el Hotel Punta Palma y en el restaurante Yellow Deli donde conoce a Nigel Hilton, chef ingles que en algún momento le ofreciera sus creaciones culinarias a la monarquía.
Y cómo llegas a Carúpano?
-Bueno María Mercedes y yo ya queríamos montar nuestro propio restaurante y en Puerto La Cruz era muy difícil, decimos no solo montarnos en ese proyecto sino también ya consolidarnos como familia, nos vinimos, buscamos trabajo, yo encontré en Spizzico y ella como profesora en la UNEFA, al poco tiempo nos casamos y montamos Dharma en el Centro Comercial Tawil.
Qué significó Dharma?
-Era un sueño y todavía sigue siendo, Dharma es la ley universal de la naturaleza, ley que se encuentra en cada individuo lo mismo que en todo el universo. Cuando montamos el restaurant me vi marcado por dos de los grandes chef, por Bobby Capoor, quien fue mi jefe en el Marriot y él me enseñó que la cocina no es automática, que existen muchas formas para trabajarla, la combinación de texturas, sabores y sensaciones y sobretodo el trato con las hierbas y especies. El otro fue Nigel Hilton un chef con un gusto exquisito y mucha clase en las presentaciones, en ellos nos basamos para estructurar el menú y el concepto.
Consideras que fue arriesgado entrar en el mercado Carupanero con u concepto culinario totalmente distinto al acostumbrado?
-Sí, fue un reto, tanto para los comensales como para nosotros como empresarios, pero sin embargo en el Centro Comercial Tawil estuvimos cuatro años y luego en el Hotel La Colina dos más. Cuando abrimos me di cuenta dónde estaba y tuve que adaptar muchos de los platos a las exigencias del público así como también a los productos de la zona.
Cuál consideras que fue el aporte de la presencia de Dharma a Carúpano?
-El mayor aporte fue que nosotros trabajábamos con personal sin experiencia y formábamos a los jóvenes, la mayoría de ellos aprendieron con nosotros y están trabajando actualmente en otros restaurantes.
Dharma, fue una ventana plena de nuevos sabores, una opción exquisita que permitía a través del buen gusto y de una presentación impecable, experimentar la más genuina sensación de mezclas culturales.
“Uno aprende de sus errores y el mío fue no darme cuenta que Dharma estaba creciendo más rápido que Carúpano”
Me llama la atención que cuando te refieres a Dharma y a Carúpano hablas en plural, incluyendo en todo momento a tu esposa.
-Es que María Mercedes es mi todo, me complementa perfectamente, ella es lo que a mí me falta, canaliza mis defectos, me acompaña y lo mejor es que confío ciegamente en que ella le está dando la mejor educación y crianza a nuestra hija María Daniela.
Y después que cierra Dharma, que haces?
-Me empleo con la compañía SCA Petrosaudi como Campboss, era el jefe de todo el hotel de la plataforma, tenía que coordinar la lavandería, áreas comunes y de recreación, oficinas, habitaciones, cocina todas las áreas de un hotel tradicional.
Darwer Osuna disfruta profundamente de estar en su casa con su esposa y su hija, le gusta todo tipo de música pero siente una particular debilidad por la salsa, no tolera la mediocridad  y milita la tolerancia.
Definitivamente es de esos hombres que provoca acompañar en cada iniciativa, porque como el mismo dice, el buen cocinero tiene que ser paciente, perseverante y disciplinado, virtudes que demuestra a diario, su sueño inmediato es motorizar un movimiento culinario, en compañía de la cocinera Tamara Rodríguez, con la intención de darle identidad a los productos de la zona y a la tierra. Esta idea es una forma creativa de agradecerle a Paria todo lo que le ha dado, amor, familia, amigos, trabajo y sueños.



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